Centro de recepción de turistas en Oporto (Portugal

[1er Premio UPC-ETSAV]
Nos encontramos con un solar en esquina, pero una esquina muy particular, ya que hasta ella llegan dos fachadas  totalmente diferentes. Mientras que por el este se suceden una serie de fachadas clásicas de viviendas plurifamiliares, muy similares entre ellas, por el sur, aparece la fachada de un gran barranco de roca coronado con una planicie vegetal que supone un salto de cota muy importante respecto a la calle.

Dicha esquina, en la actualidad, quizá víctima de esta confluencia de alzados tan bruscamente opuestos, está resuelta con una "ruina". Ésto nos da la oportunidad de buscar una forma de integrar esta parcela tan particular en su entorno más próximo mediante la rehabilitación del edificio histórico, y dándole un nuevo uso como oficina de turismo.

Las estrategias consisten en "completar" cada uno de los planos diferenciales para conseguir que la esquina se convierta en una arista vertical donde encajen de forma perfecta el mundo urbano (la fachada histórica) y el mundo natural (la cara del barranco)

La estrategia nº 1 consiste en prolongar la roca hasta dicha arista mediante la construcción de una fachada-roca equipada, que de continuidad al plano natural y que a su vez albergue la mayoría del programa propuesto.

La estrategia nº 2 Busca prolongar las capas vegetales, dándoles continuidad a cota de peatón rematando de una forma correcta la avenida, y recuperar el concepto de "verde" que surge de la roca incluyendo jardineras incrustadas en la fachada-roca y aún más intensamente, mediante la "germinación" de la medianera interior.

La estrategia nº 3 busca viabilizar las dos primeras. El hermetismo de la fachada-roca obliga a buscar la iluminación natural por el plano horizontal de cubierta, generar un gran tragaluz que ilumine todos los espacios  y alimente a la vegetación de la medianera. Por la noche se consigue el efecto inverso, convirtiendo el edificio en una linterna hacia el cielo, afianzándolo como edificio referente de la ciudad de Oporto, una roca luminosa, casi una joya, que al salir el sol vuelva a recuperar su modestia y a mimetizarse con su entorno inmediato, pasando a ser de nuevo una simple roca, una Roca por Pulir.