Refugio de peregrinos en el Camino de Santiago

"Montaña de primavera. Los animales comienzan a moverse". Se trata de un Haiku tradicional japonés, una idea entorno a la cual se desarrolla el proyecto, de pequeño tamaño, pero de profundo significado. Evoca las reflexiones llevadas a cabo durante el proceso de creación, un Haiku para "El Camino"; un espacio acotado pero representativo, capaz de actuar como atractor, como referente desde la lejanía, pero integrado en el entorno, evocando la naturaleza. Flexible en cuanto a los flujos, y sobre todo cargado de significado interno.

Se busca causar el mínimo impacto en el lugar por tratarse de una instalación temporal, que sea lo más autosuficiente posible, pero a la vez, que cause el mayor impaco posible en el peregrino, generando un recuerdo diferente, un lugar que combine espacios de relación con espacios de reflexión, la interactuación con la observación. En este contexto, Pladur se convierte en elemento generador, tanto de la fachada como de la estructura, con una fina lámina de policarbonato que lo protege sin llegar a ocultarlo.

Se trata de un poema corto, sencillo desde el exterior, pero con un trasfondo muy rico que lo carga de profundidad, es un Haiku en el camino. Montaña de primavera. Los animales comienzan a moverse.